30 noviembre, 2010

robar por ejemplo un corazon

y asi fue como me di cuenta que robar cosas grandes es facil, porque nadie cree que vayas a ser tan descarado. 
Comerciar está bien, pero robar es mucho mejor

26 noviembre, 2010

Flamenco dicen que la llamaban...


Una gitana caoba liviana que según le daban los rayos del sol color tostao serrana se volvía, de nombre Soleá pero siempre muy bien acompañá, el apellido no me acuerdo quizás Taranta, Toná o Caña, en una tacita de plata aromas de jerez bebía. Zapatos de charol seguirilla, un traje negro petenera con botonadura de plata granadina, flor blanca bulería… cantando y bailando era incomparable por malagueña, cartagenera, marianas, sevillanas, soleariyas, polos,…por todo el cante de las minas.

21 noviembre, 2010

mi momento..


Lo reconozco, el baño es algo que me pierde. Es un momento de tranquilidad, de relax absoluto, de pensar o de no pensar, de dejar que mi cuerpo se funda con el agua y sentirme ajeno a cualquier problema o inquietud. Es verdad que en pareja se disfruta mucho pero yo tengo mis momentos íntimos de disfrutar de mi baño en soledad... Preparar bien el ambiente, luz tenue, música suave y relajante y un buen gel que libere la espuma exacta. Es casi un ritual, es saber que tiene que estar bien preparado, es mi momento de relax perfecto, mío y sólo mío. Introducirme en el agua caliente y emitir un soplido de satisfacción y placer, un momento hedonista perfecto. A partir de ahí puede pasar que deje pasar los minutos y horas disfrutando de esa tranquilidad, o que mi imaginación vuele, y me recreo en ello... monto una historia ya sea erótica, histórica o surrealista con mucho detalle y sin prisas. Desde hace tiempo soy un fetichista de los momentos y llega un punto donde ya no me estimula el sexo o la autosatisfacción sin un contexto, una preparación, una atmósfera especial o un momento morboso y loco. El baño es un buen ejemplo, ya sólo pensando o preparando el momento disfruto como nadie.

17 noviembre, 2010

Tú, la gata y la lluvia


Desabrocho tu blusa descubriendo que mi mano ya está dentro, acariciando la templada base de tus pechos, con tus ojos carboneros comienzas a desnudarme… Tu gata, celosa, intenta morder los dedos de tus pies. Juguetona y envidiosa, salta sobre la cama, atravesándola como un suspiro. Mi calor, concentrado, presiona tu ombligo, lo quieres dentro de ti. Tu lengua seduce mi boca, mis manos atrapan tus muslos, desapareces bajo la colcha, yo cierro los ojos apretando los dientes… Fumamos, un hilillo de humo pasa cerca de la gata, que mirando con gesto despectivo, adopta un elegante trote y desaparece tras la puerta. Tus piernas amarran mi espalda y tus uñas la desgarran, chillas, muerdes mis hombros. Mi rostro se oculta entre tus pechos… El cristal recibe multitud de gotas de lluvia, la gata intenta atraparlas desde el interior en vano, sólo algún gemido agudo la distrae de su juego…

14 noviembre, 2010

la nota


Cuando fui a coger el coche, en el limpiaparabrisas, había un panfleto escrito a máquina que decía: “Me provocas. Caerás en mis manos antes de que acabe el día”. Si esto me lo hubiera encontrado hace años, cuando era joven, me habría dado un ataque de risa y porque no expectación, pero ahora… Me encaminé al juzgado donde me esperaba un nuevo día de trabajo. Esperábamos la resolución de una causa, me miraba la guardia jurado y pensé si sería ella, o quizás el fiscal, o la policía de la entrada. Más tarde en Hacienda, me abordó una señora de malas pintas, pero no, me confundió con una funcionaria y sólo quería preguntarme dónde pagar unos impuestos fuera de plazo. Por la tarde, en manos de la masajista soñé que fuese ella la que me habría escrito, se me ocurrió pensar que si a lo mejor… Me acosté tarde, obsesionado. Mi mujer ya dormía al otro lado de la cama. Fue entonces cuando se acercó a mi oído y me dijo: ¿Leíste la nota? ahora eres mío…

07 noviembre, 2010

the times are changing


Muchas veces no hay que buscar las historias mediante inspiraciones divinas, sino que ellas, quizás gracias a la divinidad, te encuentran a ti. Pueden estar en cualquier parte, escondidas, llamando a tu puerta, merodeando por tu barrio o tumbada en tu cama, y cuando menos lo esperas, te asaltan y te obligan a coger el bolígrafo o pisotear el teclado de tu pc. A veces se disfrazan de noticias del telediario, o te esperan en una frase que escuchaste en la calle, o se transparentan en algo que pasó... o que no llegó a pasar. Pero las historias han cambiado mucho, los cuentos de hadas ya no son lo que eran. Ahora los príncipes son estudiantes de derecho, los caballeros guerreros luchan por el prójimo no siempre con éxito, las princesas bostezan sirviendo copa detrás de una barra, la corte esta sobrestimada, los náufragos envían sus mensajes en servilletas arrugadas -Gracias por su visita-, los dragones se están extinguiendo y los piratas esperan a gente que les hagan entretener. Será verdad eso de que los tiempos están cambiando…

05 noviembre, 2010

ay! si por mi fuese...



Si de mi dependiera, no pasaría horas hablando de lo mismo, no te haría dar vueltas en coche mientras compro, no te haría pasar y saludar a mi familia, sacar al perro, ir a por pan, hacer la compra, mirar los barcos al son de la marea o teorizar sobre el significado de las nubes. Si de mi dependiera, la puerta de mi casa con llave cerraría, después de llenar la despensa para meses, como si fuera un refugio nuclear. Y una vez cerrada, y contigo dentro -por supuesto-, la llave rompería. De aquí ya no se sale hasta que no haya más. Perdería los días mordiéndote los hombros, me dormiría 10 veces con tu peso encima mía, tumbada boca abajo mientras me lo haces sin piedad, con violencia, con desprecio, con astucia, con osadía, con ambición, coraje, despecho, frialdad, valentía, miedo, sofoco, avaricia. Te amaría de todas las maneras, con tu cuello en mi boca te haría despertar, solo vería ocres con tu acre esencia en mi arrancada, y desearía siempre que me volvieses a amar, a destrozar mi cuerpo, a mi pezón libar, a saltar hasta el suelo, a hacerme daño, a sangrar, a vivir extasiado, saciado, vibrante, acompañado,  maravillado y perdido hasta agotar las provisiones y volver a empezar, y perderme y secarme y volver a manar... Si de mí dependiera, nada sería confuso, todo serias tú y yacer y esperar...