En un mundo donde los llamados cuerdos sueñan con
comprar lo antes posible un piso que les hipoteque de por vida. En un mundo
donde queremos celebrar grandes bodas y tener hijos exponiendo nuestro culo a
préstamos con intereses muy bajos. En un mundo regido por la televisión que nos
contamina desde bien pequeños que todo aquel que no esté con un cuerpo diez,
vestido como un pincel, y con un buen sueldo es un auténtico fracasado. En un
mundo de capitalismo atroz donde la medida de nuestra felicidad es directamente
proporcional a de los bienes materiales que poseemos. En un mundo de corrupción
y mafias, de chulos y putas sin escrúpulos, de fiestas en áticos con cocaína a
kilos y superficialidad bajo las sabanas. En un mundo donde hay una supremacía
del culto al cuerpo por encima del culto a la mente. En un mundo donde tratamos
de refugiarnos de nuestra soledad saltando de cama en cama, sin pararnos a
conocer a las personas, sin tiempo para perdonar, con la mentira como arma de
supervivencia. En un mundo como éste, escribir estas líneas, llevar un espacio
como éste, luchar por una persona que quieres, es hacer terrorismo de estado.
26 octubre, 2013
10 octubre, 2013
lineas por escribir..
Me vacié dentro de ella y aun entre
jadeos, mirándome a los ojos, me preguntó: ‘¿Cómo puedes ser tan duro y tan
tierno a la vez?’ Recuerdo dejar unos segundos de silencio con el fin de encontrar la
manera de contestar: ‘Si no fuera duro no podría sobrevivir a ti y si no fuera
tierno, no merecería hacerlo.’ Nos miramos, besamos, encendimos un cigarrillo,
luego otro, dejamos pasar una hora, luego otra, dormimos juntos y abrazados,
tan pegados que era como si pudiera abrazarme a mí mismo. Tan lejos que nunca sabía
lo que ella estaba pensando.
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