Hace mucho que no escribo, ¿Qué
me está pasando? ¿Quién soy yo, donde están mis demonios de almohada? Siguen
existiendo, aunque ahora no tengo tiempo para ellos. Las paredes de mi cuarto
lloran, al ver que en la calle todos se besan sin amarse, el mundo se consume,
mientras yo asumo que no tengo musa a quien escribirle ni perro que me ladre,
que tengo una historia de amor a medio empezar y otra a media acabar, unas
maletas en el salón que me esperan para marchar. En mi pecho ya no florece
nada, solo crujen unos huesos mal engranados, sin embargo hay goteras en mi
cabeza que no paran de sangrar. Dime algo nuevo, hazme sentir espacial,
consigue que te deje desayunar, y te prometo un rincón detrás de estos ojos
verdes, para que alguien vuelva a bailar en el agua. De momento, me tengo que
marchar, tengo que hacerlo por ellos, por los que me parieron, y si pudiese
dejar algo atrás, me dejaría a mí mismo. Pero la marcha esta cerca, el
desenlace es próximo, las circunstancias así lo dictan. A veces suena
una carcajada de fondo, cuando pienso en mi ironía, tanto miedo a olvidar, y a
veces, es lo único que busco.
26 enero, 2013
08 enero, 2013
cerrar, huir, descansar..
A veces crees
que todo funciona correctamente, que los planetas cursimente se van alineando,
que aún teniendo claro que es imposible tener todo bajo un cierto control, el
equilibrio tiende a automantenerse aunque con pequeños matices, que todo
termina siendo más sencillo de lo que parecía, que todo depende del cristal con
que miremos las cosas, y que no es tanto el frío como la humedad lo que termina
calando. El frio que intentamos evitar puede pasar, la humedad siempre se queda
en nuestros huesos. Entonces, algo ocurre, un golpe de viento, un pequeño
seísmo, un mal despertar, incluso un tropezón, y ese todo se derrumba. Como la sensación
de que nunca entenderás a una persona aunque tengas todo para poder conocerla. Y
como una acción irresistible, corres a desahogarte en una red social, a un bloc
de notas o a un blog... esos rincones que mucha gente ve y a muy poca le
interesas, siendo consciente que, en realidad, lo que deberías hacer es
cerrarlo todo, huir y descansar. Cerrar tu historia, huir de ti y
descansar de lo que te rodea. Pero me va la marcha y aun no es tiempo de
cicatrices.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)