30 marzo, 2011

lo pernicioso de la intimidad


He estado buscando en mi mente las palabras que puedan describirlo. He iniciado este post una y otra vez. He arrugado papeles en mi cabeza, los he roto en pedazos, he llenado la papelera de mi subconsciente de ellos y no encuentro las palabras. ¿Que verbo nuevo podría utilizar? Los hechos en sí, las mil imágenes que se me van proyectando aceleradas. Como explicar que es exactamente esto lo que me produce escalofríos, temblores, erupciona en mi piel, me vuelve salvaje, me hace sonreír, me sorprende de una forma imposible, inesperada, es como un huracán que arrasa, que me deja sin aliento, que me arrastra a territorios siempre nuevos por explorar, que alimenta mi imaginación desbocada, hambrienta y que no la sacia. Horas de sexo divididas en tres actos. Entrega, lubrica, convulsiona. Me transporta lejos, me sumerge en una marea de sensaciones al límite, perdiendo levemente el sentido de la realidad engullido por ese placer brutal. Su piel, el sudor de nuestros cuerpos, la cadencia, la lujuria que se destila por nuestros poros. Me hace enloquecer. Ha sido sublime, quiero sentirlo otra vez, necesito esa pulsión, sentir ese deseo desbordante, quiero más, más besos en mi boca, sus manos esculpiéndome, su sexo abriendose en dos, sus ojos inyectados en sangre, sus susurros en mi oído, mil orgasmos. Es pernicioso, se escapa de mi comprensión.

20 marzo, 2011

superlunas y poderes

La influencia de la Superluna parece que me ha trastocado. En cuestión de una noche mi oido se ha vuelto ultrasónico, mi tacto hipersensible, mi olfato tremendamente delicado y mi vista puede traspasar hasta la ropa más densa. Manejo la electricidad a mi antojo, muevo objetos con sólo chasquear los dedos y estoy empezando a levitar. Atravieso paredes, destruyo nubes con rayos gamma y doblo el metal como si fuera plastilina. Aprovecho la energía solar para derretir el metal y controlo a mi antojo las hormonas humanas. Abran su mente, dejen flotar su sensibilidad…porque comienzo a parecer invisible.

16 marzo, 2011

aunque no deba decirlo...

...sé que me quieres porque me miras de reojo cuando crees que no te veo, porque tus ojos siguen teniendo el brillo de antes. Sé que me quieres porque me escuchas con cara de niña ingenua. Sé que me quieres porque no olvidas los pequeños detalles, los minutos perdidos en el tiempo. Los malos momentos, los golpes de la vida, ese sentimiento patético de lo cotidiano sería aburrido din mí.¿Qué haría sin tenerte siempre cerca como mejor plan para perder un día?. Sé que me quieres porque dejas tu mano junto a la mia para poder tocarla. Sé que me quieres aunque no me lo digas. Sé que me quieres cuando escoges tus lágrimas. Y aunque suene prepotente, creido y chulesco, lo se y tu lo sabes. Y porque sé que me quieres, así te lo digo.

08 marzo, 2011

a todas y sobre todo a ella

En el día de la mujer trabajadora no puedo evitar pensar en mi madre, en su entrega y generosidad, en la fuerza de una generación que comenzaba a tener oportunidades y que ha sabido reinventarse. En su generosidad no suficientemente agradecida, en su dedicación, en su piel sueve y sus tobillos duros, en su mirada viva pase lo que pase, en sus oídos siempre disponibles. Pienso en su carrera hecha con dedicancion y amor, y en su empeño para que tambien lo hagamos mi hermana y yo, y seamos personas felices, niños de mundo. Pienso en sus ganas de querer saber e investigar ahora cuando algunos creerían que la vida ya va pasando, en su manera de haber aprendido a manejar un ordenador y a su entrega por los demas, los oidos abiertos y la ingenuidad en la madurez, los que le recuerdan que ser feliz es una elección. Hoy pienso en su orgullo y sobre todo pienso en su dignidad como mujer trbajadora y ama de casa a la vez. Necesitaría muchas entradas para darle las gracias por ser, por estar y por creer.

07 marzo, 2011

como una ninfula


Siempre quiso flotar a media altura. Volar le parecía pretencioso, y arrastrarse por el suelo, una ordinariez. Elevar los pies y dejarse llevar. Anidar en árboles, destrozar nubes, luchar con tormentas, vencer las cadenas de la gravedad. Pensar que las personas son extrañas, que los pájaros son amables y que el frío no es tan intenso a unos metros sobre el suelo. Reír en la oscuridad, soñar en colores, flotar sin rumbo, olvidar los recuerdos. Inventar una nueva realidad, enamorarse del viento, dejar correr la sangre. Llorar sin saber porqué, mirar fijamente a los ojos de un periquito y saber que todo irá bien. Disfrutar plácidamente de una vida etérea.