25 octubre, 2011

coletazos a la insinuacion

Ahora que todo se va apagando, que todo va llegando a su fin pensaba escribir una entrada de esas que le gustaban tanto a la chica de las preguntas reivindicando la intimidad hogareña, hablando de la maravillosa sensación de sentirse libre cuando nadie mira, de la sensibilidad vs sensualidad, de encontrarse a uno mismo y toda una sarta de tópicos que he tenido que borrar rápidamente al no quedar convencido. ¿Acaso en este mundo repleto de posados robados, sextapes, de webs repletas de falta de imaginacion, de la exposicion explicita de cuerpos y voyeurismo extremo queda lugar para la privacidad del hogar?. Evidentemente debería decir que sí, pero nos seduce tanto el morbo de lo prohibido, de las ventanas entrabieras donde colar la vista de unas vecinas, es tan grande la exhibicion como arma de ego que mejor guardo silencio…

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