Aunque a veces arranco las hojas de los cuadernos por inercia, gasto folios mas que servilletas, me corto el pelo cada tres meses y medio paroximadamente, cambio de camiseta cuando empieza a oler, alargo las lentillas más de lo que debería y soy un poco egoísta sin proponérmelo, incluso intentado evitarlo; me encuentro en un momento confusamente equilibrado. En cuestión de unos cuantos días, quizás una semana larga, temerosamente puede volverse a cerrar un ciclo. Y no, no me refiero al cambio de año de alguna tribu oceánica, que también podría ser, sino a un momento confuso, un momento trascendental que intentaremos resolver de la mejor manera posible como es costumbre
3 comentarios:
Los cambios de ciclo son al principio confusos pero nos enriquecen, sin duda.
Las confusiones luego traen más claridad...
Pues no entiendo por qué no me invitas a esa fiesta tuya para mejorar mi equilibro confuso de la mejor manera, ¡no lo entiendo, estoy confusa!
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