28 enero, 2011

alimentar los secretos


Todos en la vida tenemos secretos y los atesoramos y los sacamos a relucir en determinados momentos, sea para volver a disfrutar, soñar, sea para sufrir o lamentarse. Mi secreto no es sabido por nadie, solamente por quien es mi secreto y a los que raramente les hablo de ello. Secretos hay en el Cielo y en la Tierra; pero mi Secreto lo guardo en mi corazón, es mío, solo mío y le pertenece a quien es mi Secreto. Lo atesoro y lo llevo conmigo a donde voy; esta conmigo siempre, esta conmigo a conciencia, en silencio; Está aquí ahora, mientras escribo, está allá mientras lees, es mío, solo mío y tiene nombre, su nombre no revelo pues rompería el encanto, la magia, el ensueño y todo el misterio de un Secreto. ¡Tú! tú que lees, ¿tienes secretos? Atesóralo, cuídalo y aliméntalo. No lo reveles; si es quien es, consérvalo y guárdalo; nunca lo escondas y aliméntalo con lo que eres, con lo que sientes, con lo que sueñas, es tu Secreto, existe y asimismo se fortalece gracias a Ti; ámalo y respétalo. En el Mundo hay Secretos, respetémoslos en su esencia pues un día, algún día, sin mediación alguna, ellos solos, ellos todos se nos revelarán a nosotros, a cada uno de nosotros para acompañar a los nuestros, a los que llevamos desde hace tiempo, desde hace toda una vida..

2 comentarios:

Razón de amor... dijo...

Todos tenemos secretos... Secretos que nos hacen únicos por el simple hecho de no revelarlos.. y es que, es necesario tenerlos...

Risoncat dijo...

Interesante lo que dices, creo que muchas veces nos tomamos los secretos a la ligera, y vamos diciéndolos por ahí, como si fueran todo, menos secretos.

Llevo unas semanas pasando por aquí y no sé porque no me había atrevido a comentar.

excelente blog.

Saludos.