28 noviembre, 2009

entrada inacabada


Hoy tropiezo con las líneas de mi teclado, los besos que te debo pienso en regalarlos y rueda cuesta abajo el corazón. Tú, que abrazas siempre a contra corriente, no hay goma que te borre lo que sientes. Tu cuerpo dice si, tu mente no, la boca simplemente calla fingiendo que ya no echas de menos ¿quien tendría que ponerle freno a la pasión? Tu, tu nombre golpeando en la ventana, me quieres olvidar pero me llamas, la risa atropellando a la razón ¿cuanto tiempo podría seguir todo del revés? Y besándonos en dirección prohibida, tuvimos que aprender a reconducir la piel o a ir por carreteras sin salida. Los momentos donde entro a olvidarte son los sitios donde vuelvo a encontrarte y hay una zanja en medio de un todo, que es nada. Tu, tus manos son semáforos en rojo, tu piel la he llenado de cerrojos y le he puesto una alambrada a mi razón ¿cuanto tiempo podríamos seguir del revés?, besándonos en dirección prohibida, tuvimos que aprender a reconducir la piel o a ir por carreteras sin salida. Y yo siento que no voy, que el equilibrio es imposible cuando vienes y me hablas de nosotros dos, no te diré que no, que lo que quiero y pienso se atropella entre algo que se y que presiento, que el equilibrio es...

1 comentario:

Scarleth dijo...

Que el equilibrio es... justo eso que es cuando ni tu ni yo somos nosotros...