04 junio, 2009

plaza 207


Quiero permanecer en la intensa furtividad de los 20 años, en ese momento en el que buscamos desesperadamente un rincón oscuro que nos esconda. Me invade la libido y solo pienso en poseerte, sin preparativos, sin ese ambiente ideal del que tantas veces carecemos, sin comodidad pero es el momento, sólo necesitamos la oscuridad de un fluorencente roto de la planta -3.
Y nos dejamos llevar, no es idílico, no es un entorno inspirador, pero no lo necesitamos, nos va la acción. Tu piel me inspira hasta límites infinitos, tu aroma embriaga mis sentidos y me hace necesitarte aquí y ahora, benditos límites insospechados que van a ser transgredidos, pasa conmigo al asiento de atrás del coche, tu, yo y nuestra líbido desatada será lo único que exista en el mundo en los próximos 43 minutos...
Marcaremos la plaza 207 para siempre, el sitio de nuestro recreo, de nuestros pecados desplorados.
¿Tomamos otra copa y volvemos a aparcar?

1 comentario:

María dijo...

Pues sí, ya es hora de que te escriba lo mucho que me gustan este tipo de entradas tuyas. Sorprendes con cada una que escribes; es apasionante llegar hasta el final del relato.

Pr cierto, la música me encanta. Adoro a Jason Mraz! un beso!