06 diciembre, 2012

alto voltaje..


Hay amores de alto voltaje que no están hechos para una mínima afabilidad cotidiana. Hay pasiones que arrasan los días con furia nocturna. Vino y rosas antes del probable naufragio. Carne de guión de una película aún por hacer más allá de los baratos telefilmes que confunden los romances con la historia de jadeos desgarrados que en verdad es. Grandiosa entre sábanas, divertida y cruel a ratos, patética en los momentos en que se avecinaba la calma y se quería tormenta. Es posible que Luis ansiara la presa, un animal tan bello, mientras que ella vislumbrara a ratos la posibilidad remota de una vida en común. Sin embargo, fueron a chocar un par que representaban todo lo opuesto a la normalidad. La actriz está enamorada. Es testaruda. Y le encanta follar, beber, reír y cantar con él. Son tal para cual. Los dos proceden de entornos muy diferentes, él es hogar y ella vacío, son hedonistas, noctámbulos, vitalistas, con muy mala leche y con unos celos terribles. Cuando ella percibió los cambios de actitud de Luis para con las mujeres: la suavidad y atenciones iniciales se volvían manipulación cuando estaba seguro de que tenía la situación controlada. Con Ava, sin embargo, todo fue siempre puro descontrol y anarquía. Ava descubrió que estaba embarazada y decidió abortar. No creía poder ofrecer la vida que un hijo necesitaba. Entonces recordaron la frase de Cecilia Roth en aquella película. 
No eran una pareja, eran una epidemia. 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay amores que matan...

May R Ayamonte dijo...

Sin duda hay amores así.
Un intenso texto.
Un beso cielo! May R Ayamonte∞

Alforte dijo...

Ni contigo ni sin ti....