17 agosto, 2012

soy un poco rato, si..


Soy un poco raro. Y cuando digo raro, no me refiero a que tenga amigos imaginarios, ni a que esconda cadáveres de enemigos en el trastero de mi casa, ni que dedique mi tiempo libre a ejercer como taxidermista. No, hablo de otra cosa. Intentaré  explicarme. Piensen en un pintor e imagínense al artista en pleno ataque obsesivo con la pintura cubista y todo lo que tuviera que ver con ella. O en Bob Dylan, cuando de repente le pegó muy fuerte con la música religiosa. O en Woody Allen, al que un día le dio por desayunar una cosa, y lleva comiendo lo mismo, cada día, durante veintitantos años. Pues yo soy igual. Igual de obsesivo y, sobre todo, por etapas. Pero sin una gota de talento en ningún apartado de mi vida, tono muy útil para distinguir a los verdaderos genios de los meramente locos y dignos de ser encerrados en una habitación acolchada. Yo, por si había alguna duda, pertenezco al segundo grupo. Les cuento esto porque para mí es un ejercicio liberador poder compartir en este blog mis pasiones-obsesiones con ustedes cuando me da muy fuerte con algún tema (lo que suele ocurrir con relativa frecuencia). Además, así les doy un descanso a mis familiares y amigos, sufridores en soledad de mis ataques pasionales por vayan-usted-a-saber-ahora-con-qué-le-ha-dado-a-este-loco. Una canción, una serie que beber temporada tras temporada sin sentido, Apalabrados, versiones de Somewhere over the rainbow, Esquire,… Afortunadamente, soy tan apasionado como inconsistente, por lo que esta repentina fiebre por ciertos temas se me pasa rápidamente. Pero, mientras tanto, me lo paso genial.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

...........una rareza encantadora.......

Ramón Marcos dijo...

muchas gracias por pasarte por mi blog, me parece muy interesante tu manera de escribir, me pasaré por aquí! :)

R.