14 febrero, 2011

tumbados al sol... (I)


Solíamos tumbarnos al sol las tardes de los jueves aprovechando no tener nada que hacer, aparentemente, para compartir nuestra pública parcela de césped de ningún parque determinado. Una zona de pobre césped y barro nos valía para pensar que no había otra manera de pasar las horas, ceremonia previa a la proximidad de nuestros cuerpos, fin propio y común a nuestra historia.
Mirando el cielo con los ojos de un niño y cuerpo de un hombre es imposible no soñar, aunque se tenga ya cuerpo de mayor, el cielo es un instrumento de libertad magníficamente creado, el cielo ha sido el instrumento de libertad para tantos hombres en la historia..., mirar al cielo azul y no imaginar debe estar penado. Que se abra sobre ti una claraboya azul normalmente con algunas decoraciones en blanco algodón, lleva a la necesidad de imaginar otro mundo, de transportarnos a otra realidad, a un mundo soñado que seguramente este muy lejos de este trozo de césped y barro.

1 comentario:

Mayra dijo...

el cielo todo lo puede