10 mayo, 2011

primeras oportunidades


Terminó de peinarse antes de salir de casa. Se sentía satisfecho. Sus músculos siempre adquirían una forma especial después de un largo polvo. Una ducha rápida, dos palabras de cortesía, un espantoso café y a la calle. Por unos instantes dudó sobre la temperatura, llevaba tanto tiempo rodeado de nieve que no terminaba de encontrarle el punto al calor. Aún así, no pensaba renunciar a Karen, nunca le había fallado y hoy, sin duda, no podía ser de otra forma. Siempre había soñado con llegar alto, aunque por el momento no le había ido demasiado bien. Pequeños papeles en alguna serie, un par de anuncios, mucho trabajo de camarero y ofertas de cine porno que le había costado mucho rechazar. Aún así, se sentía feliz. Tenía una cita con su nueva agente, esa de la que tanto le había hablado, y había rumores de una nueva película, llena de estrellas, con un papel hecho a su medida. ¿Qué podía ir mal?.

Se toqueteó el paquete para que se marcara más en sus ajustados pantalones, retocó su aspecto perfectamente desaliñado, una seductora mirada, aire bohemio despreocupado y su camiseta Marc Jacobs. Había llegado el momento. Llamó al timbre y se abrió la puerta…

3 comentarios:

Lydia dijo...

Y a partir de ahí surgieron todos esos sueños... no?

Mayra dijo...

a mi me recuerda a Ashton Kutcher en Play BoyAmericano

Espérame en Siberia dijo...

Bueno, es que siendo un bombón como el chico de tu foto, no sé; supongo que al menos en alguna portada de revista estará. Qué guapura de hombre, por Dios.


Muchos besos, encanto.