07 diciembre, 2009

viudo de compañía


Después de todo, algo bueno si pasó. Por fin le confesé todo lo que había callado durante la última semana y el silencio se hizo agradable por primera vez. Me encantaba mirar los aviones desde su ventana, sentía los abrazos y sabía que por mucho que ella lo negase le seguiría haciendo fotos el resto de mi vida. Locos por naufragar, salimos a bailar al ritmo de la lluvia sobre los paraguas. Y la vida siguió, como siguen las cosas que no tienen mucho sentido. Pasé los mejores días junto a ella y tenía la sensación de que era la primera vez que me sentía parte de algo, algo de verdad. Y nunca me había sentido tan frágil como aquella tarde, cuando me miró y me dijo: ''tengo algo que contarte''. Se fue cuando mas la quería, ...si pudiésemos recobrar el tiempo perdido. Su manera de comprometerse fue darse a la fuga…

6 comentarios:

Espérame en Siberia dijo...

Es curioso: ella es de las mías.

Muá.

Scarleth dijo...

A veces me pregunto por que las mujeres hacemos eso...

Anónimo dijo...

No debe de ser fácil sentir la perdida de alguien tan amado.

Un beso cielo

Arkantis dijo...

Quizas miedo???....lo peor es el dolor que deja...

Un beso

Cuatrojos dijo...

estas leyendo crepusculo???no conozcoa muxos tios q se lo allan leido..(ninguno)solo critican las pelis.jaja
te gusta?
suelo leer tus relatos.me encantan!:)

Anónimo dijo...

Mucho Sabina veo yo aquí.