30 enero, 2010

la realidad al despertar

Me deslizo por tu piel, tobogán de la delicia. Te acaricio despacio, con mis dedos, con mis labios, con la lengua hasta descubrir la geografía de tus poros, cada resquicio, monte y cada valle de tu cuerpo, cada devenir de adversidades. El ambiguo camino de los cuerpos. Me entrego, me desnudo, lleno de deseos me deshojo y me sumo a ti. Despierto, cálidas y húmedas las sábanas, y comprendo que nunca fuiste más mía que cuando te soñaba.

1 comentario:

Scarleth dijo...

que puede ser más nuestro que aquello que habita en nuestros sueños...