Ando desnudo por un pasillo, un tanto desorientado y con un cuerpo que no termino de saber si es mío. Los cuadros del pasillo son paisajes que siempre quise conocer. Levanto la vista y empieza a llover. Con cada gota crezco un centímetro más, pero todo me parece normal. Cuando mi cabeza está a punto de tocar el techo, la habitación explota. Ondas de color salen despedidas en todas direcciones, luces galácticas me transportan a una playa desierta. Me sumerjo en aguas ardientes y pienso que algo va a ir mal. Las corrientes me arrastran sin ningún esfuerzo, me relajo y cuento todos mis secretos en voz alta. Un golpe me devuelve a la realidad. Ante mis ojos una chica morena me saluda convertida en la tripulante de un imponente barco. Me siento Drake y sonrío. Ella mira fijamente al infinito y susurra “te estábamos esperando pirata”. Algo me dice que aquí termina el mundo para mi y estalla la tormenta. Me despierto sobresaltado. La habitación está oscura y todo parece en calma. ¿En serio era Penélope?
26 mayo, 2011
23 mayo, 2011
La Habana
Capital del Caribe, el ritmo anclado en un limbo de mar, sabor y cultura. Abierta al océano al que cerró las puertas, cuna de héroes que decidieron morir. Una “Caleta” fortifica tu isla, mezclando Cuba y Andalucía. La esencia del envejecimiento, grandiosidad añeja y paradoja perpleja a cada esquina. Ron de caña, azúcar de caña,… la caña. Más de 100 canciones te cantaron dejando pequeño hasta el mismo NY. En Madrid o en Nueva York, La Habana está en todas partes… porque la llevas contigo sin miedo a desarraigarte…
10 mayo, 2011
primeras oportunidades
Terminó de peinarse antes de salir de casa. Se sentía satisfecho. Sus músculos siempre adquirían una forma especial después de un largo polvo. Una ducha rápida, dos palabras de cortesía, un espantoso café y a la calle. Por unos instantes dudó sobre la temperatura, llevaba tanto tiempo rodeado de nieve que no terminaba de encontrarle el punto al calor. Aún así, no pensaba renunciar a Karen, nunca le había fallado y hoy, sin duda, no podía ser de otra forma. Siempre había soñado con llegar alto, aunque por el momento no le había ido demasiado bien. Pequeños papeles en alguna serie, un par de anuncios, mucho trabajo de camarero y ofertas de cine porno que le había costado mucho rechazar. Aún así, se sentía feliz. Tenía una cita con su nueva agente, esa de la que tanto le había hablado, y había rumores de una nueva película, llena de estrellas, con un papel hecho a su medida. ¿Qué podía ir mal?.
Se toqueteó el paquete para que se marcara más en sus ajustados pantalones, retocó su aspecto perfectamente desaliñado, una seductora mirada, aire bohemio despreocupado y su camiseta Marc Jacobs. Había llegado el momento. Llamó al timbre y se abrió la puerta…
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