Tus labios pueden terminar lo que tus dedos han empezado, pero no lo creo. Tus labios cuando tocan los míos me hacen sentir ese sentimiento de ser el primer trago de agua después de haber cruzado el desierto. Me gustaría empezar a besarte. Hay un soplo de miel o de armonía que me llevan de un labio a otro y del centro a las comisuras. Hay un dulzor que se escapa y al mismo tiempo se detiene y uno se entretiene en esa carne simpática y jugosa que a veces mal aprovechamos con ímpetus y mordiscos… pero despierto de este sueño y por ello me arrepiento, porque quisiera estar siempre durmiendo para seguir con mi boca enredada en tus cabellos.
(sería recomendable escuhar Bocas de Pasion Vega)
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