27 agosto, 2011

enajenaciones

Escribo esto en pleno estado de enajenación mental. En el fondo espero que estas palabras trasciendan, pero sé que se quedarán en el mismo lugar donde se quedan tus miradas, y las mías tal vez. Que no es que no quiera hablar, pero es que ahora mismo te gritaría. Pero sigamos con este juego unilateral (o no) hasta que cedas. Pero no quiero que lo hagas, que para una vez que experimento esta sensación tan adictiva (o no tan sensación) quiero que no termine. Porque cuando lo haga será para siempre, no irá más allá de la pared. Esa maldita pared. Y esta sensación constante de miedo que se mezcla con algo que no conozco. Quizás sea eso, o ella, o tú; pero engancha(s). Te salpimentaría, pero sería un desperdicio.

26 agosto, 2011

cúmulo

Quiero aclarar que las razones del mal no las comprendo ni yo, creo demasiado en la bondad de los hombres, así que vete a saber porque prefiero abusar de tu tremenda bondad, y no hay razón para cambiar. Debes saber que si pudiera elegir entre el placer y el dolor, elegiría los dos, tú sufrirías por mí, yo gozaría por ti. Es la justicia de Damocles. Más de una vez me han intentado empujar hacia el abismo infernal del que no hay vuelta jamás, del que no puedes volver y yo encantado acepté. Cómo me puedes aguantar… No, no tengo solución. El fango es mi colchón de rebote. No tengo corazón, solo unas puertas abiertas a experiencias de felicidad. Sí, mi reino es de Dios. Me gusta lo excentrico, lo que yo considere lo mejor entre lo peor. Me río de el amor por miedo a sentirlo algun dia. ¿Qué pretendes salvar?. Yo prefiero el infierno a tu seguridad, prefiero el calor a la frialdad que da la estabilidad.

05 agosto, 2011

arriba y de vuelta

Camino por el pasillo despacio intentando no despertarme, preparo un cacao en ropa interior, miro de reojo unas nubes peligrosas que se apoderan del cielo que se ve desde la ventana, empiezan a sonar fuertes truenos, tiemblan las ventanas y tengo miedo. Creo que todo es culpa de los vecinos de enfrente por cantar toda la noche con el maldito karaoke, dejo todo tirado en el fregadero y corro a la cama. Me siento en el borde, me tapo los oidos con la almohada y tengo una erección. Nada malo me puede pasar, nada malo me puede pasar, nada malo me puede pasar...